... y finalmente, un montón de cosas que nada tienen que ver con eso, pero que me apetecía escribir.

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Hace un par de días surgió un tema de conversación en una cena que dividió a los asistentes en dos furiosos y enfrentados bandos. El asunto se traba de si era bueno o malo una relación donde los implicados tuviesen una diferencia de edad importante.

Los partidarios de que aquello no era bueno argumentaban que en estas cosas siempre sucede que el de mayor edad se aprovecha del que no lo es tanto, de forma que siempre existe ahí una relación de poder en lugar de una relación entre iguales. Negaban tajantemente que pudiese suceder de otra manera, y añadían, además, que este tipo de relaciones se configuran siempre con el hombre, mayor, abusando de la mujer, menos experimentada.

Por otra parte observé que, para ellos (aunque no lo declarasen explícitamente), el sexo era una prolongación de las relaciones de poder. Era un intercambio en donde, normalmente, la mujer cede a la presión del hombre, mientras que este trata de engañarla para satisfacer su necesidad de sexo.

En la otra cara de la moneda se encontraban los que argumentaban que no había tal relación de poder, y que, superado determinado umbral (algún punto entre los 17 y los 20 años) la mujer es perfectamente capaz de evaluar las posibilidades, beneficios y perjuicios de una relación. O por lo menos es tan hábil en ello como una mujer de mediana edad.

Argumentaban, además, que superado dicho umbral las diferencias de mentalidad no son tan significativas como para ser insalvables, y que en cualquier caso el amor es algo que hay que aprovechar porque, después de todo, uno se acaba muriendo, y al final de la vida más vale haber aprovechado las oportunidades que se te presentaron, en lugar de preguntarse qué hubiera sucedido de haberlo hecho.

En este grupo de personas observé que la percepción del sexo era diferente. Para ellos el sexo y el amor son dos cosas que se pueden dar por separado, y el sexo es simplemente el producto de una atracción física mutua. Es algo sencillo y que no implica las complejidades descritas por el otro grupo.

¿Cual es mi punto de vista?

Conozco tres casos en donde hubiese una marcada diferencia de edad.

El primero es un caso cercano. Una relación donde es ella quien le lleva unos años a él, en concreto de 32 a 25 años. Él es el tipico chico atractivo para las mujeres pero con muchas inseguridades, de modo que salvo algún lío ocasional, nunca había estado con una mujer.

Es una relación sana, aunque no exenta de dificultades. Es bastante obvio que existe un desfase de necesidades entre la treintena que ya cumplió ella y la mitad de veintena, que si bien no es lo mismo que tener 18 años, aún es tiempo de experimentación. A pesar de todo se casaron y son una pareja muy feliz.

El segundo caso es una pareja algo especial. Él tenía 30 años y ella 18 cuando empezaron. Muy criticados, pero también muy convencidos. Con 22 años recién cumplidos que tiene la chica, siguen juntos. Además, tienen un acuerdo por el cual se pueden acostar con otras personas, siempre y cuando no digan nada e hiciesen como que no sucede nada. Preguntándoles por separado aseguran que lo hacen muy pocas veces. Se tienen que sentir realmente atraídos por ese otro, ya que se sienten muy unidos.

El tercer caso es una relación fracasada. Cuando empezaron él tenía 25 y ella 18.

Era bastante obvio que no compartían mucho las necesidades vitales ni las preocupaciones que les asaltaban. Él pensaba en empezar a tener una vida estable, y ella quería salir de fiesta, follar, y pasárselo bien. Lo normal a los 18.

Como es obvio la rutina tampoco coincidía demasiado. Estilos de vida diferentes. Él iba todos los días a trabajar y ella faltaba a clase de la universidad con mucha frecuencia.

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Teniendo estas relaciones en mente, lo que tengo claro es que no es tan fácil posicionarse.

En primer lugar, creo que las vivencias sí marcan la praxis del pensamiento, no sólo pensar que uno piensa de determinada forma. Es un matiz importante y que puede hacer mella en una relación donde existe una importante diferencia de edad.

También creo que las necesidades vitales no son las mismas, por lo general, a los 18 años que a los 30. Ni siquiera a los 25. A los 18 uno está descubriendo el mundo, y a los 25 uno está pensando en cómo hacer para no ser un pringado el resto de su vida. Es una diferencia importante que afecta a la forma de enfocar los problemas y las oportunidades.

En cuanto al sexo, no coincido con ninguna de las dos visiones anteriores por completo. Si bien creo que se puede separar sexo de amor, no tengo tan claro que sea producto simplemente de una atracción mutua. Entre otras cosas por ver cómo se relaciona la gente y las experiencias que yo mismo he tenido.

Que se puede dar el sexo sin amor es algo indiscutible, por el simple hecho de que es una realidad que sucede todos los días. Que sea mejor o peor es un debate en el que no me meto porque creo que no lleva a ningún lado. Es algo que guarda mucha relación con cómo se siente cada uno, y por lo tanto no le encuentro utilidad a generalizar.

Personalmente, he aprendido algo de mis relaciones pasadas: Hay que basarlas en expectativas realistas. Y hay que tener claro qué es una relación.

Para mí una relación es algo muy serio, y he aprendido a tomármelo así. Cuando yo salgo con una chica el nivel de exigencia es muy alto, porque lo que va a obtener a cambio es un apoyo incondicional, una sinceridad extrema, y una confianza bastante más allá de lo que la gente suele esperar. En definitiva, es una entrega total.

Mucha gente piensa que algo como esto te puede hacer débil o dependiente. En fin, podría hablar largo y tendido sobre lo que es para mí una relación, y porqué te convierte en alguien más fuerte, en lugar de más débil (incluso aunque termine), pero creo que es abono para otra entrada. En definitiva, con lo que hay que quedarse es con plantearse qué tipo de relación se quiere.

Muchas veces tengo la impresión que lo que realmente quiere mucha gente es alguien con quien no sentirse solo y poder tener relaciones sexuales de vez en cuando. En mi opinión, o por lo menos así lo veo yo, eso es suficiente con una amistad más o menos sincera y atracción sexual. Realmente creo que es lo que la mayoría de la gente busca.

Mis teorías sobre las relaciones, reconozco, son un poco raras y no encajan demasiado en lo que suele entender la gente por relación o amistad con derecho a roce. Así que para no extenderme, os preguntaré simplemente ¿qué opinas del tema?

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